Por: Griscelda Ramos, directora de sustentabilidad de Natura México.
Durante los últimos años, la sociedad ha asumido un rol más activo y consciente en relación con su bienestar físico. La pandemia no sólo trajo cambios en la manera en la que nos relacionamos, sino que también impactó en la forma en la que percibimos al mundo y a nosotros mismos.
Por ese motivo, buscamos incansablemente eliminar estereotipos y cánones establecidos para hacer de la belleza un concepto más democrático. Los últimos años nos enseñaron que el “sentirse bien y verse bien” implica generar conciencia de lo que somos y de lo que queremos, pero, sobre todo, de la huella que dejamos.
Fue en ese momento que la belleza se reinventó, rompió la barrera del estereotipo físico y dio paso a una nueva definición: la belleza es la capacidad de sentirse bien. Su objetivo, conectar con tu interior.
De esta forma la sociedad empezó a reconocer la huella que dejaba a su paso y comenzó a enfocarse en temas de sostenibilidad. De acuerdo con un informe de Google, en 2022 los usuarios incrementaron en un 125% las búsquedas relacionadas a “perfumes orgánicos o naturales” y en la categoría cuidado de la piel, las consultas sobre productos veganos crecieron un 59%.
El informe también reveló que los latinoamericanos aumentaron su porcentaje de compra en líneas de maquillajes que fueran cruelty free (libres de crueldad animal), 370%; sustentables, 43%; veganos, 96% y naturales u orgánicos, 39%. En la categoría “cuidado del pelo”, los usuarios prefirieron un 2.4% productos cruelty free, 119%; sustentables, 98%; veganos y 29% naturales.
Aunado a ello, los consumidores empezaron a preocuparse por el medio ambiente, el desperdicio y el tipo de material con el que estaban elaborados los productos. La pandemia afloró la conciencia social sobre el impacto que tenemos en el planeta, de esta forma, belleza y sustentabilidad se unieron e impactaron a una industria que ya transitaba a la circularidad pero que tuvo que meter el acelerador a fondo.
¿Qué puede hacer una marca de belleza por el mundo?
En Natura hemos apostado por la innovación, desde nuestro origen buscamos ser una marca que crea y comercializa productos que promueven el bienestar. Hace 40 años, nos convertimos en la primera empresa de cosméticos en promover la economía circular en América Latina y adoptar distintas opciones de repuestos en nuestro portafolio.
En una época en que ese concepto aún era desconocido, la marca ya tenía como premisa fundamental ofrecer el máximo, usando el mínimo de recursos y desarrollar cadenas sustentables, justas y basadas en modelos organizacionales eficientes.
Por esta razón, pusimos en marcha nuestra causa “Más belleza, menos residuos”, con la que en México hemos logrado recaudar un total de 1,473 toneladas de desechos, correspondientes a 725 toneladas de plástico, 604 toneladas de papel y cartón, 126 toneladas de vidrio y 18 toneladas de otros materiales.
La recuperación de residuos es posible gracias a la implementación de una iniciativa que abarca tres frentes y que incluye la participación de otras Empresas B. A través de la resolución, “Más reciclaje”, que cuenta con Ecolana como principal aliado, nos centramos en impulsar el reciclaje de cualquier residuo. De igual manera, en alianza con SUEMA, se busca fomentar la recuperación de envases en las tiendas Natura.
Por medio de las alianzas con GEECI y CANIPEC buscamos incidir en la ejecución de un programa de economía circular y manejo de residuos, mientras que nuestro programa de recolección inclusiva, “Recíclalo”, busca recuperar residuos posconsumo o equivalentes, teniendo como sus principales aliados las organizaciones SUEMA, GREEN TANK y RECÍCLACLO.
En Natura buscamos transitar a una economía de bajo carbono, por lo que el 42% de nuestros materiales son reciclados, 70% de nuestro pet es de reuso y el 30% de nuestro portafolio tiene repuestos elaborados con plástico verde con el que evitamos la emisión de casi 5 mil toneladas de carbono al año.
Además, la innovación es parte de nuestro ADN, por eso, recientemente dimos a conocer nuestra nueva metodología Human-on-a-chip, que simula en el laboratorio el funcionamiento del cuerpo humano para probar de manera segura, ingredientes y productos. De esta forma, Natura refuerza su liderazgo científico y tecnológico en la búsqueda de alternativas que sustituyan la experimentación con animales. Esta es la razón por la que desde hace ya varios años recibimos el sello Leaping Bunny, que otorga la organización Cruelty Free International.
Las marcas de belleza tenemos un compromiso: mientras las sociedades evolucionan, nosotros debemos ir más allá de ofrecer ingredientes limpios: tenemos que hacer frente a los problemas de desperdicio y lograr que los objetivos de desarrollo sostenible se cumplan.
Si queremos ser parte del cambio, debemos centrarnos en acciones reales. Para ser actores que promuevan el cambio, debemos lograr que no exista más belleza que la sustentable.
Ante la crisis ambiental y social que atravesamos, la economía regenerativa surge como un modelo transformador capaz de restaurar ecosistemas y comunidades, donde la biodiversidad y los saberes culturales de los pueblos originarios pueden inspirar nuevas formas de hacer negocios.
En un momento en el que las empresas son consideradas cada vez más como agentes del cambio, B Lab comparte los resultados de su última consulta pública, que revela cómo las opiniones de la comunidad están dando forma a los nuevos estándares para las Empresas B y las empresas que buscan ser una fuerza para el bien.
Debido a su capacidad para ser resilientes y resistir la volatilidad, las empresas con enfoque de impacto son cada vez más atractivas para captar inversiones.