Por Victor Hugo Ramos en B The Change
Muy a menudo, los propietarios de pequeñas empresas se enfrentan al reto de usar mejor todos sus recursos. Por supuesto, las empresas que buscan mejorar su impacto climático no son la excepción, así lo corrobora la encuesta realizada por SME Climate Hub que arrojó los obstáculos compartidos entre unas 200 Pymes: falta de recursos, financiación insuficiente y tiempo limitado.
La sostenibilidad es una cuestión compleja que requiere una reflexión y una estrategia adaptadas a las circunstancias de cada empresa. Y el seguimiento de la información -como los patrones de consumo energético, las emisiones del transporte, la gestión de residuos y el abastecimiento de materiales- puede resultar abrumador para una Pyme con recursos limitados. Ahí es donde la inteligencia artificial (IA) puede ayudar a resolver el problema.
Al aprovechar las herramientas y aplicaciones de IA, las pequeñas empresas pueden examinar su eficiencia operativa y tomar decisiones para reducir su impacto climático. He aquí cuatro áreas en las que las podrían beneficiarse:
Administración de la energía
La IA puede utilizarse para ayudar a analizar los patrones de consumo de energía e identificar ineficiencias. Al optimizar el uso de la energía, las pequeñas empresas pueden reducir su huella de carbono y sus costos operativos.
Gestión de la cadena de suministro
Los grandes volúmenes de datos relacionados con las rutas de transporte y las emisiones pueden utilizarse para identificar patrones, prever la demanda y ajustar los niveles de inventario para ayudar a reducir los residuos y utilizar los recursos de forma más eficiente.
Diseño e innovación de productos
Mediante el análisis de las opiniones de los clientes, las tendencias del mercado y los datos medioambientales, la IA puede ayudar a optimizar el diseño de los productos y facilitar el uso de materiales ecológicos.
Toma de decisiones basada en datos
Desde la identificación de oportunidades para la reducción de residuos hasta la predicción de tendencias de consumo, la IA puede ayudar a las pequeñas empresas a alinear sus estrategias con los objetivos de sostenibilidad.
De esta forma y de otras, la IA puede ayudar a utilizar los datos para evaluar las áreas empresariales clave con el fin de determinar la huella de carbono de una empresa, sugerir estrategias para optimizar la asignación de recursos, minimizar el impacto medioambiental e impulsar la sostenibilidad a largo plazo.
Este modelo económico permite que las empresas impulsen su crecimiento sin comprometer los recursos naturales. Las Empresas B pueden aprovechar esta oportunidad para ser más rentables y resilientes, contribuyendo al desarrollo sostenible.
Los nuevos estándares de la Certificación B están transformando el camino hacia una mayor responsabilidad social y ambiental.
Cuando las especies nativas de peces comenzaron a desaparecer en los lagos de Finlandia, los pescadores locales usaron sus negocios para regenerar los ecosistemas dañados.