La economía circular podría reducir el desperdicio de alimentos y hacer que la industria agroalimentaria sea más sostenible. No obstante, las soluciones no son automáticas.
Texto original de Sourabh Jain, investigador postdoctoral en la Ivey Business School.
En la última década, la economía circular se ha posicionado como una estrategia prometedora para mejorar la sostenibilidad en diversos sectores.A pesar de los desafíos que implica aplicar este enfoque en la industria agroalimentaria, su adopción puede tener un impacto significativo en la sostenibilidad de la producción de alimentos.
Este aspecto cobra especial relevancia para México, actualmente clasificado entre los 20 países con mayores niveles de desperdicio de alimentos en el mundo. Según el informe del 'Programa para el Medio Ambiente' de las Naciones Unidas, el promedio per cápita de desperdicio alcanza los 94 kilos en el país, superando en un 27% la media global.
Este desperdicio no solo afecta la economía de las empresas, sino que también contribuye a problemas sociales y medioambientales, como las emisiones significativas de gases de efecto invernadero. La implementación de prácticas basadas en la economía circular en la industria agroalimentaria mexicana es una oportunidad para mitigar estos impactos negativos y avanzar hacia un sistema más sostenible.
Jerarquía de recuperación de residuos
Para abordar este desafío, se utiliza comúnmente la jerarquía de recuperación de residuos, una herramienta clave que ofrece una guía detallada para clasificar las estrategias de gestión de residuos en función de su impacto ambiental.
A continuación, se presenta un caso de aplicación para una tienda de alimentos.
Aunque esta jerarquía proporciona una guía puntual, nuestra investigación ha revelado que las estrategias consideradas más preferibles no siempre generan mayor valor económico o ecológico que las estrategias de baja prioridad. Por ejemplo, la reutilización creativa puede tener mayores emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con la alimentación animal o la digestión anaeróbica, dependiendo de la eficiencia de los procesos y el transporte.
Además, la prevención excesiva de residuos puede llevar a situaciones paradójicas, donde la falta de cantidad hace que algunos residuos terminen en vertederos, mientras las empresas compran nuevos recursos en lugar de utilizar los residuos como materias primas.
Recomendaciones para la industria agroalimentaria
La experiencia en la Ivey Business School nos ha brindado lecciones valiosas y recomendaciones para mejorar la aplicación de la economía circular en este sector estratégico, mismas que pueden extenderse a otras industrias.
A pesar de los desafíos, la colaboración y la innovación en el sector agroalimentario demuestran que la economía circular puede lograr resultados notables. Con un enfoque continuo en mejorar y adaptar nuestras prácticas, podemos avanzar hacia una agricultura más sostenible.
Este artículo es un extracto de “When Does the Circular Economy Improve Agri-Food Sustainability?”, una investigación compartida por Sourabh Jain. Su trabajo está centrado en el pensamiento sistémico, el análisis de datos y la modelización matemática para abordar cuestiones relacionadas con la economía circular y la sostenibilidad.
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